El guitarrista, cantante y compositor escoces Mark Knopfler, estrena estos días lo que viene siendo ya su duodécimo trabajo discográfico como solista. Doce discos ya desde que disolvía a mediados de los años 90 la banda que le llevo a la fama, los Dire Straits.

Tengo que reconocer que la carrera discográfica del señor, al margen de la conocida banda, nunca me ha entusiasmado, en parte por su adoración al country, género que, en escuchas prolongadas, me produce cierta urticaria. Pero también por su tendencia melancólica y ciertamente aburrida, en contraste con lo ofrecido por los Dire Straits.

Que es lo que ha cambiado en este último trabajo, os preguntareis. Bueno el señor Knopfler se ha tomado su tiempo, pues desde 2018 no sacaba nada nuevo y esto le ha venido muy bien para replantearse ciertos acordes y hacer un álbum cargado de buenos momentos, que nos recuerdan a genios como J.J. Cale, lo cual a mí personalmente me gusta. Este «One Deep River», viaja entre la melancolía de paisajes sureños y rojos atardeceres, la portada del disco ya es un manifiesto a la tranquilidad que proporcionan los tonos rojizos del ocaso. No esperéis guitarras afiladas o rock salvaje, eso ya no está entre los genes del señor Knopfler, a cambio y dentro de su languideciente estilo, este es uno de los mejores trabajos del guitarrista, motivo más que suficiente para traerlo a Música Oskura.

El programa se nutre de figuras también importantes dentro del panorama musical, así frente a Knopfler, recibimos también las canciones de Bruce Springsteen, Dave Alvin, ZZ Top, Marcus King, J.J Cale o The Outlaws. El reciente fallecimiento de Dickey Betts nos lleva a los primeros tiempos de los Allman Brothers Band, donde el guitarrista militaba, escuchando un tema instrumental de largo desarrollo y claras tendencias jazzísticas, pretexto para invitar al saxofonista Tom Scott y con ello, poner la guinda a Música Oskura, de nuevo exprimiendo este flamante y nuevo disco de Mark Knopfler.