Siempre nos hemos maravillado cuando aparecen imágenes del Tirol, donde prados de intenso verde cabalgan hasta fundirse con los picos calcáreos. Austria es un magnifico lugar para visitar en vacaciones y muy contrariamente a lo que mucha gente piensa, no resulta un país excesivamente caro para emprender un circuito por los lugares más emblemáticos de escalada deportiva.

Es en la zona del Tirol donde se encuentran la mayor concentración de escuelas de escalada, casi 60 lugares donde poner a prueba nuestro poder. No todas son grandes zonas, algunas son conjuntos de bloques en el bosque, así pues vamos a concentrarnos en las escuelas con más número de rutas y espectacularidad del entorno.

Históricamente, como en otros muchos lugares, incluido España, la revolución deportiva no llegaría hasta la década de los años ochenta del pasado siglo y rápidamente se comenzó a ver con otros ojos esas paredes que solo servían antaño como entrenamiento para las metas más ambiciosas en los Alpes. Influyó también en una visión más deportiva, las escaladas de los vecinos alemanes y la propuesta de un mítico personaje llamado Kurt Albert, que decide pintar un punto rojo en las ascensiones en libre, esto hizo mella en una nueva generación de escaladores austriacos, que se apuntaron a esta nueva modalidad.

Centramos nuestro primer objetivo en las afueras de la ciudad de Innsbruck, donde se encuentra la escuela de Dschungelbuch, una pancha de roca caliza muy evidente por sus grandes dimensiones, con muy buena aproximación, tan solo hay que cruzar la carretera y estaremos escalando. Es una zona con gran ambiente casi cualquier día de la semana, es la ventaja de estar tan cerca de una gran ciudad. La escuela cuenta con ocho sectores y rutas de todo tipo de grados, con algunas de varios largos e incluso una vía ferrata. Tras una visita a la bonita ciudad de Innsbruck, la villa natal del alpinista Hermann Buhl, continuamos periplo por el Tirol, dirigiéndonos ahora más al norte del país, hasta Prama, allí se encuentra una de las joyas de la escalada en Austria, la escuela de Schleierwasserfall.

Este espectacular muro desplomado con una pintoresca cascada, fue descubierto por el escalador Fred Nicolics y la zona quedo definida en el mapa cuando a principios de los 90 el alemán Alexander Huber encadenaba el primer 8c de la zona, para subir el listón en el año 1996 con “Open Air” 9a+. Afortunadamente no todo es duro, aunque si es cierto que no abundan los grados bajos. El paseo de 45 minutos cuesta arriba entre abetos y hayas, merece la pena aunque sea solamente para contemplar esta maravilla de la naturaleza.  En el lugar nos esperan más de 150 rutas con todo tipo de agarres, en solida roca calcárea y un salto de agua de 80 metros que corta la pared en dos. Claro que hay más rutas, más lugares increíbles entre el bosque, pero eso será otra historia.

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